Siguiendo con mi orden de cosas a contar, hoy toca post sobre el parto, y eso que no es algo de lo que me guste hablar, porque cada parto es un mundo, y seguramente, a nadie más le importe un parto a excepción de la que lo vivió. A mi al menos era algo que me repateaba de sobremanera, que una madre me contase las venturas y desventuras (sobre todo estas últimas), cuando yo estaba embarazada.
Cuando estaba. Ay, cuando estaba embarazada. Solo hace dos semanas de eso. Snifs snifs.
Pero bueno, como este blog es un testimonio para mi de mis andanzas preñiles y maternales, pues ahi va.
Llego a las 08.30 de la mañana a la Palmaplanas para la inducción, el 27 de Diciembre del 2010. Tengo que hacer el ingreso por urgencias, porque al ser festivo, en admisión no hay nadie que haga los ingresos. Después de los papeles de rigor, y de solicitar habitación con sala, pensión completa para el pariento y el parking gratis por cortesia de Sanitas, me suben a la habítación donde una enfermera de lo más maja me pone un enema. Si, era maja, a pesar del enema.
Después de plantarme un camison de esos con los que se te ve todo y montarme en una sillita de ruedas, me bajan a paritorios sobre las 9,30 o 10.
Como ya tengo el cuello blandurrio, acceden sin problemas a la bolsa, que la rompen sin que me duela ni note yo nada, y me ponen el monitor interno. Jodida la hemos, porque a partir de ese momento me quedo tumbadita en la cama. Semisentada a petición mia. Chute de suero y a esperar contracciones. Creo que al cabo de un rato me chutan oxitocina y ahí empieza la juerga. Contracciones que van aumentando en intensidad. A pesar del suero, la sonda y demás, puedo levanarme al baño a hacer pis.
Sobre las 14 horas más o menos me ponen la epidural, mas la sonda correspondiente ya que no me podré levantár más al baño.
De las 14 a las 19 horas viene lo peor. El primer chute de epi fué muy bien, pero no así los dos siguientes, con lo que a las 19 horas, y dilatada de 7 cms, tenia unos dolores de tres pares de narices. Intentaba empujar con cada contracción siguiendo instrucciones de la matrona, pero eso no aliviaba una mierda, y además ya estaba tan cansada que no me veia con fuerzas ni de empujar ni de nada. Seguramente fuera por el dolor.
Además como soy muy hábil, toda la tensión la estube descargando en cuello y hombros, con lo que el día después tenia una contractura en un hombro que me dolía más que la costura de la cesarea.
Despues de unos cuantos tactos, y viendo que el crio no bajaba y que no iba a salir, nos vamos a cesarea. Me rasuran un poco, cambio a camilla, y a quirófano. Me anestesian de cintura para abajo de tal manera que no noto nada de nada, y en un periquete está el niño fuera. Yo llorando como una madalena, temblando como un pollo (cosas de la anestesia) y con las gafas mojadas pegadas a los ojos y sin una mano libre con la que colocarme las gafas o sonarme el moco.
Nada, que me trae la enfermera al niño y me lo pone tan cerca de la cara que casi soy incapaz de ver nada. Además estaba tan ¿alucinada? que era incapaz de reaccionar ante lo que tenía delante, y lo unico que pude hacer fué darle un par de besitos de esquimal. Esto es, con la nariz.
Mientras me cosían (costurita fina, fina) el niño estaba con el papi. Después cambio de camilla y a las 20,30 estaba en la habitación, hecha polvo, pero estaba.
Mi impresión de la cesárea: es fría, pero fácil, y mi recuperación ha sido, o está siendo tan buena, que me pregunto aún si no es mejor esto que un parto díficil terminado en forceps, empujando hasta la extenuación y con una episotomía de tres pares. La verdad, de haberlo sabido, hubiera preferido la cesarea nada más entrar, y me hubiera ahorrado las 10 horas de dilatación, pero la parte buena de haber dilatado tanto, es que por lo visto el cuerpo empieza a soltar hormonas y la leche baja antes que si es una cesarea directa sin dilatación ni nada.
Después de esto, me quedo con que el parto no es plato de gusto. Aunque supongo que dependerá de cada una. Mientras yo esperaba aburrida en el box, llego una, y parió en dos horas por via vaginal, con lo que supongo que ella pensará otra cosa. Depende de lo que te toque, con lo cual, que mi experiencia no sirva de referencia a nadie, porque cada mujer es un mundo y cada cuerpo reacciona / responde de manera diferente.
Pese a no ser plato de gusto, no tendría inconveniente en volver a pasar por lo mismo, porque mal no fué, y porque merece la pena. Y además he tenido la suerte de disfrutar de un embarazo de lujo que recuerdo con mucho cariño.
Respecto a las instalaciones de la Palmaplanas, un 10. El anestesista muy bien, no me hizo nada de daño, aunque creo que faltó chute. Antoñita la fantástica, la matrona que me tocó y de quien ya había oido hablar por amigas atendidas por ella, también un 10, asi como su ayudante. Me trataron muy bien.
El ginecólogo también. Ya me habían hablado de sus cesáreas estupendas, y así ha sido. Una recuperación muy buena, una costura monisima de la cual yo misma me quité el punto ( y eso que soy asquerosa ), y lo que es más importante, que tanto el crio como yo estamos estupendamente. Poco más importa a parte de eso.
Y en general un 10 para todos, incluyendo a celadores, personal de administración y hasta a la mujer de la caseta del parking.
Las enfermeras de planta también merecen otro 10 por su amabilidad, buen trato y ayuda con el crio y la lactancia. Gracias por la pezonera, los suplementos, y por animarme en la segunda noche a seguir con la teta. Menuda paciencia teneis!!
2 comentarios:
te acuerdas del nombre del ginecólogo? llaman al tuyo o te atiende el que este de guardia? muchas gracias!!
Hola,
Eso supongo que depende del ginecólogo. A mi me atendió el Dr Cerdán, que suele ir a todos los partos menos si esta de vacaciones, el dia de navidad y el de año nuevo, o algo así. Pero eso mejor que te lo confirme tu ginecólogo.
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