Acabo de volver de Ibiza de pasar unos dias (pocos) de relax y cumpleaños con la familia, donde he tenido ocasión de tostarme como una gamba, de estrenar mi bikini premama (muy mono, por cierto), y de hacerme fotos tonelete en proyecto.
A parte de eso, fuimos, como cada año, al mercadillo hippie de las Dalias, donde me ocmpre unos pantalones también hippies, de cintura ancha y elastica, que palabras de la dependienta inglesa al verme en mi estado "they will grown with you", o sea, que crecerán conmigo. A parte de esa hermonsa y bonita cinturilla hippie, son de algodon, con pata ancha tipo corsario o pirata del caribe, y pur lu tant, frescos fresquisimos, y comodos comodísimos.
Después de 3 días andando como una loca por Ibiza con faldas, frescas, pero incomodas si eres jamona como yo, estos pantalones son lo mas parecido al estar en el fresco cielo. Y ahora mi única pega es no haberme comprado dos.
Por cierto, a nadie se le ha ocurrido inventar una crema o ajopringue mágico para que las jamonas como yo no nos escozamos al llevar faldas? Porque un cullote debajo, o una braga-vieja con pernera, va a ser que no.
2 comentarios:
Hola! acabo de encontrar tu blog, y me tienes mu entretenida, pero he leído esto y aunque no comento nunca...¡Hoy me lo salto!. A mi me pasa lo mismo con las faldas y las piernas...el remedio, talquistina!!un poco rollo los polvos, pero andas de maravilla y sin roces...
Te sigo leyendo :)
gracias!!!
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