Y pensando que por eso, también vas a pasar tu. Y te toca.
¿Quienes pujan hoy? Y levantas la mano. Primer día. Si. Soy novata.
Y te tumbas en la colchoneta, haces los ejercicios de rigor junto con todas las demás, y cuando llega la hora te colocas con el culo en pompa. Posicion ginecológica, creo que se llama. Ortopédica donde las haya. Y te consuelas pensando en lo que dice la matrona. Que las camas de parto se mueven y puedes levantar el respaldo para no empujar tumbada.
Y con tanta gimnasia hecha, y tanto pilates, la matrona empieza a mandar hacer pujos y ahi te pones tu, pensando que estas en forma y te las vas a merendar a todas.
Y resulta que mientras empujas, en esa posición tan poco decorosa, miras entre las piernas y descubres al resto de aspirantas que te miran, y te entran las vergüenzas.
Y piensas que no has comido col ni alubias por miedo a que te de gases y se te escape un cuesco en medio de la clase, y te entran más vergüenzas.
Y sientes como la cara se te va poniendo como un tomate, y encima viene la matrona y te toca la barriga para ver si está fuerte, y tu con la vena de la frente a punto de explotar te la miras y te entran más vergüenzas todavía.
Y cuando la matrona canta el fin del pujo te cagas en todo lo que se menea, sueltas el aire cual burra a punto de descoyuntarse, y encima van y te sueltan que lo has hecho mal, que menos fuerza con la cara y mas con la barriga. Pero que no te preocupes, que quedan muchas clases para practicar. Yuju!!
Y te vas a casa preocupadísima, con un lechón que pesará más de 3,5 kilos en la barriga, pensando en que no vas a empujar bien. Y te consuelas con el pariento, y le dices que la matrona ha dicho que cuanto más te abras de piernas más espacio tendrá el niño para pasar, y el pariento te dice que entonces no pasa nada, porque a ti te pondrán los reposapies a la altura de las orejas.
Y en el sofá haces un pujo de prueba con una postura similar a la que se supone adoptarás en la cama de parto con el respaldo medio subido y descubres que así no te pones roja y que se lo vas a decir a la matrona ipso facto, y además te acuerdas de aquella que en clase empujaba fatal y en el parto lo hizo super bien, y piensas que en la próxima clase te quitarás las gafas para no ver entre tus piernas a las aspirantes a pujadoras mirando con cara de susto, y que pasarás de todo, y apretarás hasta con las pestañas, te saldrá mejor, y te irás a casa más contenta que unas pascuas.
Ya lo dice mi abuela. La que no se consuela, es porque no quiere.
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