Por fin llego el día, y ayer nos hicieron la ecografía de las 20 semanas en la Palmaplanas.
Llegamos puntuales, y menos mal, pues no nos hicieron esperar nada. Menos mal, porque las visitas al ginecólogo son para armarse de paciencia. Directamente cuando llegamos, ya pregunto: ¿Qué, cuanto retraso tenemos hoy? La última vez fue una hora. Hubo una de casi dos horas.
Supongo que es la desventaja de que el doctor atienda partos, y será una ventaja cuando me toque a mi estar de parto, eso claro, si no me toca en fin de semana, festivo u horario raro. Entonces me tocará el doctor de turno.
Bueno, pues sigo con la eco.
Ibamos preparados con la cámara de fotos (que graba vídeo), porque una amiga nos dijo que te dan un Cd con las fotos, pero no hay video, y que a ella la supo muy mal porque al estar tumbada, no pudo ver bien la película.
Total que me tumbo en la camilla, me coloca la enfermera una sabana encima, barriga al aire, y justo en frente de mi una pantalla para verlo todo sin partirme el cuello. Con lo que un problema resuelto. Si nos dejan grabar estupendo, sino, pues no me pierdo nada.
Cuando entra la doctora, o la ecógrafa, o como se llame la señora que hace las ecografías, le preguntamos si podemos grabar vídeo, y nos dice que no. Pues vale, aceptamos barco, porque no nos queda otra, pero anda que no era parca y seca la tia.
"Viernes tarde, la última hora, los últimos pesados a los que les tengo que mirar la panza con las ganas que tengo de irme". Supongo que debió de pensar algo de eso.
Y yo pense que ella verá 20 niños al dia, 20 barrigas lustrosas al día, o 40 padres emocionados al dia, y que posiblemente este hasta el culo de ver niños, barrigas y padres. Pero supongo que ella podría pensar que nosotros al niño no le vemos mas que 3 veces en todo el embarazo, en las 3 ó 4 ecos que nos caigan, que nos hace una ilusión que te mueres, y que la tia podría ser un poco menos seca y hablar con un poco más de alegria, que casi tengo que arrancarme la oreja y pegarse a sus morros para oir algo.
En fin, de gente con horchata en las venas está lleno el mundo.
Bueno, pues a parte del muermo de tia que nos hacia la eco, también vimos a nuestro garbancillo, al cual vimos el rabillo ( bueno, lo que la ecografa nos dijo que era el rabillo, porque nosotros ni zorra ), también le vimos la carita, y los bracitos, piernecitas, manitas y pies, y todo lo que nos quiso enseñar y nosotros supimos ver, y salimos de alli más contentos que unas pascuas con la confirmación de que es un garbancillo y no una lenteja, de que está estupendamente normal, y con un bonito informe debajo del brazo.
A que es mono?
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