Una lanza a favor de Soraya Saenz de Santamaría.

Solo he leido cosas malas sobre esta mujer y su polémica vuelta al trabajo después de su maternidad. Una crítica detrás de otra.
Yo voy a romper una lanza a su favor, y seguramente alguna me eche los perros encima, pero me da igual. Es lo que pienso.

Primero, porque empiezo aplicandome la máxima a mi misma de que "Soy mejor madre porque trabajo". Y segundo, porque soy autónoma, y estoy currando desde la segunda semana de haber parido. En casa, pero currando.

Seguramente muchas de esas criticas, sean bajo el total desconocimiento de lo que hace esta mujer con su vida, de la cual, dudo que tenga que dar explicaciones a nadie. Igual el bebé esta al cuidado de un padre amantisimo y dispuestísimo que cumple con creces. Seguramente Soraya, aunque haya vuelto al cole, tenga una flexibilidad horaria impensable para el resto de personas que deban seguir un rígido horario laboral y para las cuales si veo de obligado cumplimiento una baja laboral y una conciliacion en condiciones. Igual ella va a una reunión y vuelve con su crio a casa. Igual hoy la vemos en la tele y mañana y pasado se los tira en casa con su bebe.

Igual para Soraya su carrera laboral es importantísima, y me parece muy lícito que así lo sea, y no tenga ningún tipo de problema en dejar a su retoño al cuidado de alguien las horas que ella tenga que ir a trabajar, que repito, supongo que gozará de una flexibilidad que muchas quisieramos.

Yo no voy a ser mejor madre que una que trabaje a destajo, ni voy a ser peor madre que una que deje de trabajar para cuidar a sus retoños. Cada una es la madre que quiere y que puede. Es simplemente, diferente. No solo un tipo de madre tiene que ser el bueno, el adecuado.

Puede ser una madre excelente, educar a sus hijos, darles unos valores, pasar un tiempo precioso y valioso y provechoso, y seguir trabajando.

Y además, y ahora tiradme los perros, yo no creo en la conciliación. Y soy mujer y soy madre. Pero no lo creo. O al menos no creo que sea posible en muchos sectores profesionales. Si en la mayoria, pero en muchos no.

No hay conciliación laboral posible para una autónoma que tiene su kiosko y que a la semana de haber parido debe volver a el. No ha sido mi caso pero lo he visto de cerca. ¿Es peor esa madre? Para mi no. Será una pringada, como lo soy yo. Pero no por eso no va a ser peor madre.

De la misma manera que no hay conciliacion laboral posible para una mujer que vive del ganado. Ni conciliacion, ni vacaciones, ni bajas. Porque aunque sea autónoma, y el estado le pague la baja, quien cuida de sus gorrinos?

Y por eso creo que tampoco hay conciliación posible en otro tipo de trabajos.

Pongamos que soy jefa de cirujia cardiaca del servicio pediatrico del hospital donde trabajo, y además soy la mejor, y estando de baja maternal me llaman para las operaciones urgentes y más delicadas de pequeños cuyas vidas corren peligro. No tendría baja, o la tendría, pero interrumpida a ratos. Porque si me llamasen para urgencias vitales, os aseguro que iria. Porque seguro que los padres de esos niños querrian que fuera.

Se podría conciliar en ese caso? Supongo que si, claro. Ponemos a un residente y asunto arreglado. Pero si es mi hijo el que se muere, yo quiero que vaya la jefa de cirujia.

Del mismo modo, supongo que Saez de Santamaría que ocupa un puesto especial, hace lo mismo que esa cirujana. Va, un par de reuniones, y vuelve con su niño. Se podría conciliar, seguramente. Pero seguramente no convenga, o no interese. O ella no quiera. Y me parece muy lícito y muy bien.

Cada una que haga con su vida lo que quiera y que sea el tipo de madre que quiera y que pueda ser. No creo que sea ella peor madre que una que no trabaja y se qued con su hijo en casa y está todo el dia cabreada.

Ya os digo, que yo soy mejor madre porque trabajo.

Y lo de que tiene que dar ejemplo de conciliacion, pues a mi no me va, porque como ya he explicado, no creo que la conciliación sea posible para todo el mundo. Y además, esta señora seguramente ahora vaya, y mañana no vaya, y tenga una flexibilidad impensable para las demás.