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lunes, 6 de agosto de 2012

No le digas pito.

¿Y por qué no le puedo decir al niño que eso que se estira con tanta ilusión cuando le quito el pañal es un pito? Al pan, pan, y al pito, pito. No?
Me dice su padre que no le enseñe a decir pito, porque luego lo ira diciendo por ahí.
¿Y que tiene de malo decir pito?
Igual es que yo no soy lo suficientemente refinolis. ¿Quizás debiera enseñarle a decir pene? Por la misma regla de tres ¿Nalgas? ¿Glúteos? ¿Senos?
Pero el tiene un pito, y yo tengo un chichi, y no veo nada de malo en enseñarle las cosas por su nombre.
Evidentemente no le voy a enseñar a decir picha, ni polla, ni rabo, ni coño, ni chocho, ni multitud de lindezas varias que ya se encargará la vida de enseñarle.

Pero no le veo nada de malo a enseñarle que eso se llama pito.

Si me equivoco, que alguien me corrija.

Gracias.
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